sueño...

Todo era normal,un dia sereno con tono naranja otoñal; un dia que prometía ser bueno, pero no maravilloso.

Desde el comienzo de ese dia podía respirar alegría en mi, seria un buen dia me repetía a cada segundo; un temprano despertar ameritaba un gran dia!, el primer dia de mi aprendizaje profesional, termino siendo un dia de aprendizaje sentimental.

Espera, trabajo y aburrimiento en la escuela, pero eso no nublaría mi tarde, mi anhelada tarde; sabia que el dia seria cansino para mi, pero eso no le restaba felicidad a lo que esperaba con fervor. 

Un recuentro con viejas amigas, me apeteció al medio dia; charlas, risas y recuerdos fueron los protagonistas durante dos tranquilizantes y divertidas horas, al termino de estas el estrés volvió como si nunca se hubiese ido, como un impetuoso ventarrón que logro hacer que saliera a tumbos del sitio donde me encontraba. Al llegar a casa, hice lo que jamas quise llegar a hacer, !preocuparme por lo que debía usar! y !a probarse ropa he dicho! tonta frase pero cierta. Media hora de escoger ropa, otra media hora de cabello y maquillaje, que tortura! jamas pensé que llegaría a esto, pero que si no lo valía, lo valía miles de veces mas!

Al llegar la hora me dirige al lugar citado, recorría las calles con una sonrisa en mi rostro y un recuerdo en mi mente, al ver en su rostro el nacimiento de una sonrisa, mi mente se paralizo unos segundos, aunque mi caminar siguió hasta él tan seguro y normal como siempre aparentaba, un saludo, una larga platica hasta su casa y pretextos de proporciones de manos y colores de esmalte hacían su aparición cuando nuestras manos se unían. Al llegar se apodero de mi!, el que siempre juega con mi racionalidad, con mi habla y mi actuar,!el nerviosismo! quien mas me podía jugar tan cruel broma en aquellos momentos! si siempre llega cuando tengo que conocer o hablar con personas!, pero algo ocurrió en aquel momento, las personas que debía conocer no eran muchas y la mayoría estaba indispuesta, ademas sabia que era grandes personas tan agradables como él, era su familia, él es su reflejo! lo sabia al cien por ciento solo que la timidez, el nerviosismo y la horrenda vergüenza, siempre se encargaban de hacerme sentir incomoda.

Y así mis clases comenzaron, una explicación, una demostración, después una práctica que sonó fatal pues venia de la descoordinación de mis manos, un tiempo de intentar mejorar aunque el avance no fue mucho.

Después llego el momento de apreciar como la música se creaba frente a mi, un embellecedor sonido tras otro conformó la  melodía que se fundió con su suntuosa voz logrando así la perfección!